🖤💚Esmeraldas y el petróleo

 Esmeraldas: ¿La provincia verde o negra?

Esmeraldas, conocida históricamente como la "Provincia Verde" por su exuberante naturaleza, enfrenta hoy una crisis ambiental que amenaza con convertirla en un símbolo de devastación. A lo largo de los años, ha sido golpeada por múltiples problemáticas que han debilitado su desarrollo, pero en la actualidad, una nueva amenaza pone en peligro uno de sus recursos más valiosos: el agua. El reciente derrame de petróleo en sus ríos no solo contamina el ecosistema, sino que también afecta a comunidades enteras que dependen del agua para su vida diaria. Esta situación no es solo un problema ambiental, sino una crisis social y económica que impacta la educación, la biodiversidad, la salud, el empleo y la seguridad alimentaria de miles de esmeraldeños. La negligencia de quienes deberían velar por la protección del territorio agrava aún más el panorama, dejando en evidencia la falta de respuestas efectivas y oportunas para contener el desastre.

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Ante este escenario desolador, es urgente tomar medidas concretas para mitigar los daños y evitar que la situación empeore. La protección de la fauna afectada debe ser una prioridad, con la implementación de proyectos que rescaten, traten y reintroduzcan a las especies en su hábitat natural. El abastecimiento de agua potable es otra necesidad inminente, pues cientos de familias han quedado sin acceso a este recurso vital, lo que incrementa el riesgo de enfermedades y empeora la calidad de vida de la población. Además, se deben organizar brigadas médicas para atender a los damnificados, ya que la exposición a contaminantes del petróleo puede provocar problemas respiratorios, dérmicos y gastrointestinales, afectando principalmente a niños y adultos mayores. Estas acciones no pueden depender únicamente de la voluntad de la comunidad; es responsabilidad de las autoridades garantizar soluciones efectivas y permanentes.

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Esmeraldas no puede quedar a merced del abandono ni de la contaminación impune. La ciudadanía debe exigir justicia y reparación por los daños ocasionados, responsabilizando a quienes han permitido esta tragedia ambiental. Es momento de unir fuerzas y defender el territorio, porque cada gota de agua que se pierde, cada especie que desaparece y cada vida afectada representan un retroceso para la provincia y su gente. Recuperar Esmeraldas no solo implica limpiar sus ríos, sino también transformar la manera en que se gestiona y protege su riqueza natural. La lucha por el agua es la lucha por la vida, y en esta batalla, nadie puede quedarse al margen todos, todas y todes debemos de hablar y luchar por nuestra tierra.

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